La sexualidad es un compendio de emociones, conductas y pensamientos que cada persona experimenta y siente. Dentro de esta hay muchas temáticas para hablar y una muy importante es la responsabilidad y seguridad en la experiencia erótica.
Constantemente recibimos mensajes sobre la salud sexual, incluso muchas veces desde un enfoque negativo que promueve emociones de miedo y culpa. Y esto, puede llevar a una idea peligrosa del sexo y no fomentar una sexualidad saludable y segura.
Con todo esto, y también debido por la falta actual de una educación sexual positiva, aparecen varias prácticas como la "marcha atrás".
Esta consiste en retirar el pene de la vagina antes de la eyaculación. Primeramente, es muy relevante destacar que esta práctica no es un método anticonceptivo ni promueve una sexualidad saludable ni placiente.
Además, la salida del semen no se puede controlar al 100%;y también, antes de la eyaculación aparece otro líquido que no avisa al salir: el líquido preseminal. Este líquido tiene la función de limpiar el conducto por donde saldrá el semen.
Por eso, la vuelta atrás promueve una sexualidad poco responsable, puesto que, aunque este líquido no puede transmitir ninguna infección de transmisión sexual, sí que puede tener espermatozoides y, por lo tanto, aumenta el riesgo de embarazo.
Además de esto, el hecho de estar controlando y pendientes de esa eyaculación, afectará al mismo placer. Es decir, se reducirán las sensaciones eróticas y el deseo, afectando la satisfacción del encuentro erótico y a mi autoestima sexual.
En definitiva, la marcha atrás es una práctica inadecuada que impide vivir una sexualidad tranquila y además no nos permite estar conectados con el cuerpo, influyendo en el hecho de dejarse llevar y disfrutar de la sexualidad.
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