¿Qué es el ideal de belleza? Es un patrón que marca cual es el cuerpo correcto para la sociedad, que varía según culturas o épocas. Por ejemplo, en la cultura asiática se busca un color de piel más pálido, o en Mauritania, el sobrepeso como signo de belleza y conquista.
Concretamente, en la cultura occidental se ha destacado la delgadez. Además, hay una primacía de estas características físicas sobre el resto de características personales, y se establecen como único criterio de valoración personal. Constantemente, estamos recibiendo mensajes de que nuestro cuerpo no es adecuado y esto afecta nuestra imagen corporal, haciéndose más patente en la adolescencia;un periodo donde lo más importante es encajar y ser aceptado por el grupo de iguales, dentro de un momento de cambio corporal por la pubertad. Es decir, muchos adolescentes no tienen mucha información sobre cómo influye la pubertad en su cuerpo, emociones y pensamiento, llevando a sentimientos de confusión e incluso rechazo, que unido al ideal de belleza, los afecta a su imagen corporal.
¿Y qué es la imagen corporal? Es la representación mental que hacemos de nuestro cuerpo. A causa de este ideal de belleza, presente, sobre todo, en las redes sociales y los medios de comunicación, se provoca una necesidad de lograr esa norma social;que a través de filtros o herramientas digitales ocasiona una gran distorsión de la imagen corporal, muy diferente de la realidad. Es decir, si yo me baso a cumplir el ideal de belleza a través de filtros de imagen, llegará un momento que quizás no me reconozca en la realidad sin esas herramientas de apariencia.
Todo esto lleva a una gran insatisfacción corporal, que puede llevar a muchas consecuencias psicológicas y emocionales y, por lo tanto, en el ámbito del vínculo y sexualidad. Como por ejemplo, influye en la hora de desear y sentir atracción por unas cosas u otras.
Sin embargo, aunque el ideal de belleza nos afecta a todas las personas, está mucho más patente en las mujeres. Es decir, el cuerpo de la mujer está mucho más expuesto y se utiliza y se vende como un objeto. Una idea sexualizada del cuerpo femenino para conseguir la atracción de los otros, sobre todo de los hombres (Y esto hace que dedicamos tanto de tiempos y esfuerzo a nuestra apariencia) y no una idea libre de nuestro cuerpo donde poder disfrutar de nuestra sexualidad. Por lo tanto, como hemos dicho, todo esto crea un cultivo donde el aspecto físico es más importante que otras características como la simpatía o la sensibilidad, y provoca que nuestra atención esté focalizada en el físico.
En concreto, el ideal de belleza sexualiza el cuerpo de las mujeres y muchas veces partes concretas como los pechos o el culo. Es decir, crea ideas de cómo sería un pecho o culo atractivo y nos hace sentir muchas veces rechazo y desconexión hacia nuestro cuerpo. No nos ayuda a aceptarlo y nos hace entrar en un mar de complejos. Es un canon que no pretende que estemos a gusto con nuestro cuerpo, sino que busca que nos esforzamos para cambiar y resultar atractivas para el resto.
Por todo esto, es relevante algunas recomendaciones para generar una base sana de autoestima corporal ante el ideal de belleza:
En definitiva, para que todo esto ocurra, es necesaria una educación sexual que proporcione una información adecuada para ser más consciente de todos los cambios corporales. Y así, poder vivirlos desde la tranquilidad y, potenciar la aceptación y el aprecio propio, sabiendo que la única que tiene poder y decisión sobre el cuerpo eras tú;puesto que este es nuestro hogar y nos permite sentir y vivir todo aquello que deseamos.
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