Actualmente, estamos viviendo un cambio tecnológico muy rápido que impide un análisis y una preparación real de la situación. Además, todo esto, fomentado por la actual pandemia de la COVID19 que magnifica la situación y desemboca en diferentes consecuencias sociales.

Internet penetra con fuerza en nuestro día a día;y, cada vez, está más interiorizado en todos nuestros hábitos cotidianos;y como no, en nuestra manera de relacionarnos con los y las demás.

Esta situación es un caldo de cultivo para la aparición de diferentes aplicaciones de citas que abren un nuevo abanico relacional, que va más allá de la exclusividad y la concepción romántica;es decir, aparecen nuevas formas de ligar y de concebir el amor y las relaciones.

Pero la pregunta es: las redes sociales influyen en nuestra forma de relacionarnos, ¿Cómo lo hacen? ¿De manera positiva o negativa?

Si hiciéramos un estudio, veríamos que las opiniones son muy diversas. Por un lado, se reconoce su función positiva porque ofrecen la ventaja de inmediatez a una sociedad con un ritmo de vida estresante;y además, multiplican las posibilidades de conocer a alguien, acelerando el proceso y facilitando el encuentro en persona.

Por otro lado, tienen su parte oscura. Muchas veces son usadas con la finalidades obsesivas para conseguir una pareja (adicción) o como alivio o desfogue físico / emocional desprendido de una ruptura sentimental, alimentando problemáticas futuras. Sin embargo, aquí, el problema no estaría en la existencia de la aplicación;sino en un mal uso que se hace de esta, a causa de una falta de educación afectiva y de conciencia tecnológica.

Otra de las críticas que reciben estas apps es su carácter superficial. Se suelen considerar como un escaparate de personas puestas para consumir;pero no nos engañamos, siempre se ha ligado con quienes entran por el ojo. Es importante destacar también que el match no es solo la coincidencia y posterior encuentro entre dos personas, sino que la idealización y las expectativas juegan su papel al ver una foto y tener una conversación en línea.

En definitiva, la tecnología forma parte de nuestra vida, nos aporta y facilita nuestro día a día. Así que, las apps de citas no van a acabar con el amor, sino que nos abre todo un mundo de nuevas posibilidades de empezar una relación o probar nuevas experiencias agradables. La clave está en ser conscientes de nuestro momento vital y necesidades, ser asertivos y asertivas y respetar la persona que hay detrás de la pantalla.